domingo, 21 de julio de 2013

Buscando la orilla

Siempre con los cambios se obtienen cosas nuevas y se pierden otras, indudablemente. Al emprender un viaje, de esos de tipo "elige tu propia aventura", resignamos con pasión la rutina. Me alegra y me aterra no saber qué hago mañana. Es cierto que mantenemos una cierta estructura, pero la realidad es que hoy es aquí, mañana allá, hoy calor, mañana frío, hoy carpa, mañana cama, hoy sola, mañana no, y así y así y así.

Bueno.. y cuál es el grano de la cuestión? Es que se a qué me arriesgo, me enfrento a perder un millón de cosas y personas en mi vida pero elijo arriesgarme porque creo que si es real e importante, estarán a mi regreso o haré lo que sea para recuperarlo. ¡Ojo! Se que saben que dejo un amor, y esto no es un perolata sólo para eso, se refiere a todo lo que me rodea y me importa. La razón de ser es tan simple como compleja, ¿quién la entiende? no se.
Vieron que les dije que dejaba algo más que un departamento.. en 45 litros de mochila no quepa todo.


(esta entrada fue programada, seguramente en este momento esté en Ezeiza moqueando por ahí)

jueves, 4 de julio de 2013

Me mudé

Este nuevo hogar me va a durar menos que un chocolate en invierno.
La partida está más cerca (¡17 días, ay!)



día lluvioso en Buenos Aires